LOS ARCÁNGLES, QUIENES SON


En ocasiones a Rafael se le representa vestido con una túnica amarilla con reflejos violeta y una espada en la mano. Otras veces lleva atuendos de peregrino con un bastón en el que se enrosca una serpiente, símbolo de la sanación, o con un pez y un frasco de medicamentos en la mano.

Rafael alivia el dolor y el sufrimiento de los seres humanos. Se acude a él en los momentos de enfermedad. Es también un buen compañero de viaje al que podemos invocar cuando queramos que todo nos salga bien en nuestros recorridos.

MIGUEL representa la justicia, la energía vital que equilibra las fuerzas destructoras y constructoras. Según se recoge en el apócrifo Libro de Enoc, Miguel fue el arcángel que derrotó y arrojó al infierno a Lucifer y a sus seguidores. Su nombre significa "el que es como Dios". El Apocalipsis dice de él que será el que "descenderá del cielo con la llave del Abismo y una gran cadena en la mano, y quien atará al dragón satánico durante mil años". Es, por lo tanto, el arcángel que pone orden en el mundo, que lucha contra las fuerzas del mal. Es un ángel guerrero dispuesto a acabar con los poderes diabólicos y restituir la rectitud, la justicia, el orden y la bondad.

Casi siempre se le representa vestido de guerrero, con túnica roja y rayos verdes, sosteniendo una bandera o una espada con la que intenta abatir a un dragón. Se le considera el patrón de los enfermos, tenderos, marineros y soldados.

Al Arcángel Miguel podemos invocarle cuando estemos oprimidos, para protegernos de las injusticias, peleas y problemas. Muchas personas acuden a él cuando necesitan ayuda en pleitos legales. Proporciona fuerza y valor para actuar, iniciativa y decisión. Ayuda a restablecer la paz allí donde los conflictos se han instalado. Limpia a las personas y los ambientes de energía negativas, actúa contra la brujería y los hechizos y proporciona energías positivas. Es un gran protector de las personas que reclaman su ayuda.

GABRIEL es el ángel que trae buenas nuevas. El ángel de los cambios. Dentro del mundo cristiano fue el arcángel que anuncio el nacimiento de Cristo y el de San Juan Bautista. Por eso, además de otras cualidades, tiene la de fomentar la fertilidad y ayudar a las mujeres durante el embarazo. Es un ángel que favorece los cambios y consigue que nuestras iniciativas y proyectos salgan bien. Para los musulmanes fue el espíritu que reveló al profeta Mahoma la totalidad del Corán. Él enseñó también a José las 70 lenguas que llegaron a hablarse en Babel. Se le considera, por este motivo, el ángel de la expresión y de la comunicación.

A Gabriel se le suele representar vestido con una túnica de color azul con reflejos naranja, sosteniendo una flor en la mano. A veces le vemos sujetando una trompeta con la que anuncia los cambios positivos y gozosos en nuestra vida. Se le considera el protector de los niños.

Podemos invocarle cuando tengamos que realizar algún cambio en nuestra vida, bien en los estudios, en nuestro estado civil, en una nueva relación. Él nos ayuda a vencer dudas y temores. Cuando tengamos que elegir el camino correcto. Cuando necesitemos claridad para expresarnos. Cuando deseemos tener descendencia y que la gestación transcurra con normalidad. Cuando queramos cambiar la tristeza por alegría porque es capaz de eliminar la angustia y el cansancio mental. Si acudimos a él seguro que sentiremos una brisa que nos empuja, que nos da fuerzas para emprender cualquier acción.

URIEL significa "fuego de Dios" porque se encuentra muy cerca del Ser Supremo. Es el príncipe celestial de la luz que ilumina a los seres humanos cuando tiene que cumplir algún objetivo. Nos ayuda a canalizar nuestra propia luz interior para dirigirla hacia el camino más correcto. Inspira la mente e infunde ideas transformadoras.

Se dice de él que fue el ángel que expulsó a Adán y Eva del paraíso vigilando desde entonces la puerta del Edén con una espada de fuego. La tradición rabínica cuenta que otorgó la cábala a los hombres y el en Apocalipsis de San Pedro aparece como el ángel del arrepentimiento. El Grimorium Verum -libro de fórmulas e invocaciones para conseguir aliados en las prácticas esotéricas- incluye un encantamiento que persigue la adivinación a través de Uriel. En este sentido Uriel es un ángel muy apropiado cuando se practican las artes adivinatorias.
A Uriel se le representa vestido con una túnica donde predominan los colores ocres, oliva, bermejo y negro. En la mano sostiene una antorcha que representa la llama del conocimiento. Es el patrón de la literatura y de la música, de los clarividentes y de los adivinos.

Podemos invocarle cuando estemos desorientados, confundidos, ciegos, cuando no encontremos la luz necesaria para resolver nuestros conflictos. Podemos pedirle que aclare nuestra mente, que nos transmita ideas, que nos inspire, que nos ilumine en cualquier campo de nuestra vida y siempre que lo necesitemos para conseguir algún fin. En las prácticas adivinatorias Uriel despierta la intuición haciendo que los augurios sean acertados.

Algunas personas pensarán que recurrir a los ángeles y arcángeles son banalidades, otros, sin embargo, consideran que es un lujo y una suerte tener a nuestro alcance a cuatro grandes arcángeles sanadores y una legión de ángeles dispuestos en cada momento a auxiliarnos siempre que se lo pidamos. El mundo angélico puede sernos indiferente, pero no podemos negar que ha estado presente en la historia de la humanidad desde los tiempos más remotos. Su popularidad es tan grande que frecuentemente vemos su figura representada en multitud de pinturas, obras de arte, esculturas, ilustraciones, caricaturas, incluso en el Tarot. Por dondequiera que vayamos en nuestro cotidiano deambular por la vida aparecen, de una forma o de otra, estas criaturas espirituales. ¿Por qué será?