Esos naipes tan especiales

 
Igual que las runas, las imágenes contenidas en cada una de las cartas del Tarot están cargadas de un gran simbolismo. Representan virtudes y vicios humanos, arquetipos que nos conectan con nuestra propia vida sacando a la luz las pasiones, los deseos y las emociones que se encuentran prisioneras en nuestro inconsciente o de las que tenemos noticia pero no somos capaces de aceptar o ver. Describen un gran abanico de situaciones en el tiempo ofreciéndonos información de lo que nos está ocurriendo en el presente, de los hechos sepultados en el pasado, y de lo que posiblemente nos deparará el futuro. El Tarot recoge como en un inmenso libro todo el significado de la Vida en general y de nuestra vida en particular porque posee las cualidades de un espejo que nos devuelve la auténtica imagen de los que somos. Hay personas que se burlan de las consultas que se hacen al Tarot y ridiculizan sus conclusiones pensando que son grotescas supercherías. Tal vez nunca se hayan detenido a pensar en las relaciones que existen entre lo universal y lo particular, entre el pasado y el presente y que todos coexistimos en un punto del universo donde se alza alma universal. Estos naipes tan especiales pueden ayudarnos de la misma manera que lo hacen las runas, los sueños, las leyendas y los mitos, los cuentos o las creaciones artísticas... todos hablan de nosotros y siempre están dispuestos a auxiliarnos cuanto carecemos de imágenes propias para resolver nuestros problemas vitales.