En aquel lugar los lupercos, cofradía de sacerdotes que profesaban culto a este dios, sacrificaban una cabra y un perro. Uno de los sacerdotes, con su cuchillo manchado con la sangre de la cabra, tocaba la frente de los lupercos para posteriormente limpiar la mancha con un mechón de lana empapado en leche. En ese instante los lupercos emitían una carcajada ritual. Luego organizaban una procesión rodeando al Palatino en la que, desnudos y provistos de correas hechas con la piel de la cabra que acababan de sacrificar, golpeaban a la multitud, en especial a las mujeres, porque pensaban que de esta manera se volverían fecundas. Estos juegos, además, eran un pretexto para diversiones licenciosas.
Con el paso del tiempo el Papa Gelasio I prohibió y condenó, en el año 494, la celebración pagana de los Juegos Lupercales. Quiso cristianizar esta festividad y la sustituyó por el 14 de febrero, fecha en la cual murió martirizado un cristiano llamado Valentín, en el año 270 d.C. De esta manera San Valentín pasó a ser el protagonista absoluto de esta fecha y ocupó un lugar destacado en el calendario.xxxLa vida, martirio y muerte de San Valentín, como la de todos los santos, hizo correr chorros de tinta durante la Edad Media. En esta época los relatos sobre la vida de los santos eran muy populares. Con ellos se pretendía difundir la fe cristiana entre los lectores centrándose en los milagros que realizaban sus protagonistas. Sin embargo en ese intento de perseguir la fe y captar discípulos a base de ensalzar las vidas de los héroes de sus historias, los escritores perdían el horizonte de la realidad y abandonaban el rigor histórico, de manera que sus historias acababan convirtiéndose en fábulas y leyendas que pasaban a formar parte del conjunto de tradiciones y costumbres populares. Por eso San Valentín, como todos los santos, tiene su propia leyenda. Y en ella se cuenta que allá por el año 270 d. C., durante el corto reinado (268-270) del emperador romano Claudio II el Gótico, un sacerdote cristiano de Roma, llamado Valentín, se manifestó en contra de los decretos imperiales. Y es que Claudio II dictó una ley en la cual prohibía contraer matrimonio a los hombres jóvenes porque pensaba que los solteros eran mejores soldados, rendían mejor en la guerra y además no ponían pegas a la hora de separarse de sus familias, cosa que, al parecer, no ocurrían entre los soldados que habían contraído matrimonio y habían formado una familia. El sacerdote desafió al emperador y siguió celebrando en secreto matrimonios entre los jóvenes enamorados que acudían a él. Cuando Claudio se enteró, mandó apresarlo y encarcelarlo. Intentó por diversos medios persuadir a Valentín para que renunciase al Cristianismo y sirviese al Imperio y a los dioses romanos. Pero Valentín no renunció a su religión y el emperador dictó una sentencia que se llevaría a cabo en tres fases. Primero sufriría una paliza, luego le lapidarían y finalmente le decapitarían. Y así fue. Valentín murió el 14 de febrero del año 270 d.C. Pero ocurrió que durante su cautiverio, el carcelero, viendo que Valentín era un hombre instruido, le pidió que diese lecciones a su hija Julia, ciega de nacimiento. Valentín accedió y, además de enseñarle aritmética e historia romana, le habló de Dios. Un día Julia le explicó a Valentín que constantemente le pedía a Dios la gracia de recuperar la vista. Valentín le contestó que Dios siempre hacía lo mejor para nosotros si creemos en El. Y se arrodillaron juntos para rezar cuando de repente una luz brillante iluminó la celda y Julia recuperó la vista. En la víspera de su muerte Valentín le escribió una última carta a Julia donde le pedía que se mantuviera cerca de Dios y la firmó "de tu Valentín". Al día siguiente, 14 de febrero, Valentín fue ejecutado.
Y así fue como empezó la tradición de enviar mensajes de amor en el Día de San Valentín, el santo que perdió su vida por favorecer la unión de los enamorados. Desde entonces comenzaron a circular por todo el mundo intercambios de misivas y obsequios para expresar amor y amistad a los seres más cercanos.
Y ¿qué mejor mensaje de amor y de unión que aquel que nos proporciona un ritual que potencie y eleve este sentimiento?.